No sé si a vos te pasa, pero cuando me voy de vacaciones, por un lado cocino menos, porque paso más tiempo en familia y descansando, pero por otro lado, cuando cocino quiero que sea rápido, fácil y rico.
Ayer tenía ganas de merendar algo dulce.

Tenía en el freezer mi masa de falso hojaldre, esa que es un comodín, y que siempre te recomiendo tener hecha. También tenía dulce de leche, chocolate en barra y nutella.

Lo otro que suele pasar cuando estás de vacaciones, es que nunca tenés los utensilios necesarios.
Me decidí por unos pastelitos dulces, así que tomé la cubetera, la espolvoreo con harina (como te muestro en la foto) y la cubrí con un cuarto de la masa.

Coloqué en cada hueco una cucharadita de nutella, o dulce de leche o dulce de leche con un trozo de chocolate.

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Tapé con la otra cuarta parte de la masa, y presioné bien los bordes.
Di vuelta la cubetera sobre la mesada, emparejé los cuadraditos, y los corté con una cuchilla.
Los coloqué en una asadera, y los llevé a horno precalentado de 220 grados hasta dorar.
Al salir del horno, aún calientes, espolvoreo con azúcar impalpable.
Todo ésto, (entre la elaboración y comerlos), en 15 minutos.
Hasta mi marido dijo: “pero ésto es una bomba”.
Disfrutá de lo simple y rico.
Experimentá, probá, disfrutá. Sabores para recordar.

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