
Es enorme el número de tipos de cerveza y el rango de sabores existentes. Además cada día, nuevas creaciones de cerveceros innovadores, aparecen en busca de conquistar a los consumidores más curiosos. Para entender este universo casi infinito, habría que comenzar con las dos grandes familias. Pero al nombrarlas aparece la primera dificultad, porque ni Ale ni Lager nos evocan nada conocido, al menos a nosotros los profanos. Y para complicar el comienzo, se trata de dos nombres cortos que usan las mismas vocales. Simplificando mucho y con afán de empezar a descifrar, se podría decir que la familia Ale es la artesanal y la Lager la industrial. Pero no es tan fácil porque hay cerveceros caseros que elaboran sus Lager y hay industrias que producen sus Ale.
Otra forma de entenderlas es una aproximación por el lado del sabor. Las Ale son cervezas con más variedad de sabores, en cambio las Lager tienden a ser más refrescantes. Si se las busca por el lado del color, en ambos tipos existen gran variedad de tonalidades, que van desde las rubias a las muy oscuras. En realidad la verdadera seña de identidad familiar, es la técnica con que se elaboran. Las Ale se fermentan a mayor temperatura que las Lager y en general contienen mayor porcentaje de lúpulo, por lo cual son más aromáticas y de mayor sabor. Hasta aquí va la explicación de un consumidor que no conoce tanto de este mundo cervecero.
Otro abordaje
En cambio si hablamos con la gente que está adentro del planeta “Birra”, la explicación vendrá por el lado de los estilos o escuelas. Ellos dirán que hay 4 bien consolidadas, a saber: Británica, Belga, Alemana o Centro Europea y la de USA.
Las europeas existen desde siempre, en cambio la americana es del siglo XX. El uso de distintas materias primas y los métodos de elaboración marcan las diferencias. Tipos de lúpulos y de levaduras diferentes y hasta el agua utilizada, que puede ser dura o blanda, perfilan sus identidades. De la escuela inglesa se dirá que sus cervezas contienen más aroma de malta, que suelen ser dulces y frutadas, con una aroma de lúpulo más bien moderado y más amargas. Una descripción de la americana establece que tienen un sabor a malta más suave, con menos notas de caramelo y pan tostado. Que se caracterizan por un cuerpo más ligero y un lúpulo con mayor presencia. Pero al investigar sobre la escuela belga, se mencionan tantos estilos que desconciertan al profano. El sitio turístico www.visitflanders.